El medio físico Los mallos son unas enormes elevaciones rocosas en las que predominan los tonos rojizos debidos al cemento arenisco que conecta a los redondeados cantos. Su historia geológica resulta apasionante, pues parece que los depósitos sedimentarios a los que pertenecen estos conglomerados se formaron a mediados del período terciario, entre finales del oligoceno y principios del mioceno, período de tiempo que corresponde aproximadamente con el momento en el que tuvo lugar el plegamiento que elevó los Pirineos. La verticalidad de sus paredes, así como las especiales características del entorno permiten el crecimiento de algunas especies de plantas rupícolas realmente escasas en otros lugares, tales como la cariofilácea Petrocoptis montserratii, o la geraniácea Erodium tordylioides, un endemismo norteafricano descubierto en estos farallones aragoneses.